En las primeras décadas del siglo pasado, la arquitectura moderna propuso un cambio de paradigma que alteró el perfil de las ciudades. Buscaba racionalizar el uso de materiales y aprovechar las nuevas tecnologías, dejando atrás la construcción tradicional. Se creía que estos nuevos edificios, hechos de vidrio y concreto, podrían ubicarse en cualquier parte del mundo sin estar limitados por particularidades culturales.

Sin embargo, esta modernidad mal interpretada llevó al mundo a rechazar las expresiones culturales propias de los pueblos. Se intentó imponer un modelo de vida único, lo que resultó en crueldad. Una cultura dominante, a menudo mediante medios violentos, indujo a las personas a pagar por imágenes y objetos no siempre útiles ni necesarios. Así, se confundió el derecho legítimo a una vida digna con el consumismo, creyendo que el dinero compensaría una marginalidad que en realidad no existía.

La serie de fotografías “Reflexión” de Cristian Palacios Feltes nos permite observar detenidamente la vida en Asunción. A través de claroscuros dramáticos, se recortan las personas de su entorno, y desde esa separación emerge el “objeto encontrado” desde lo más profundo de una ciudad apenas visible. Destaca la presencia humana, otorgando sentido a todo.

Ojalá estos destellos nos ayuden a vernos mejor a nosotros mismos.

Texto: Marcelo David Sandoval